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1. Persistentes

Hay personas que encuentran el cómo sin importar lo “imposible” que parezca.

Son innovadores.

Están convencidas de que siempre hay una solución.

Esas son las personas que queremos en nuestro entorno.

Se enfocan en el “cómo sí”, en vez de dar excusas.

2. Optimistas

Tener personas optimistas a tu lado es invaluable.

Las personas optimistas no ven obstáculos, ven oportunidades.

Es obligatorio cuando las cosas se vuelven difíciles.

3. Aprenden constantemente

Tu crecimiento personal y profesional es la mayor inversión de tu vida.

Y es esencial en nuestra economía.

Una persona de alto rendimiento:

• Es curiosa

• Busca retroalimentación

• Aprende a través de libros, podcasts y cursos

Cuando inviertes en ellas, el retorno sobre la inversión es infinito.

4. Son educadas

Ser educado no significa tener un título.

No importa qué tan inteligente seas.

Si no:

• Muestras empatía

• Colaboras con otros

• Tratas a otros con respeto

No te quiero en mi círculo.

Así de fácil.

Las habilidades se pueden enseñar.

Tener educación es más difícil.

5. Tienen una mentalidad de crecimiento

Me rodeo de personas que:

• Ven los obstáculos como oportunidades de aprendizaje

• Creen que las habilidades se pueden desarrollar

Las personas con una mentalidad de crecimiento aprenden de los demás.

No se sienten amenazados o celosos.

6. Amables

La gente más exitosa que conozco son las personas más humildes y amables en el planeta.

7. Pone atención a los detalles

Se esfuerzan por evitar errores y que el trabajo esté bien hecho desde el principio.

Tienen altos estándares en todo.

Detectan posibles problemas antes de que se conviertan en algo serio.

Y los resuelven.

8. Confían en otros

Entienden que no pueden hacerlo todo solos y confían en las capacidades de los demás.

La confianza es la base de cualquier relación.

Saben identificar las fortalezas de los demás.

Crean un entorno donde las ideas y el feedback fluyen libremente.

9. Toman la iniciativa

Están motivados intrínsecamente y son los primeros en levantar la mano.

No les da miedo liderar.

Incluso si es fuera de su área, están listos para nuevas tareas y proyectos.

10. Tienen una ética de trabajo sólida

Son responsables, se toman su trabajo en serio y son dedicados.

Puedes confiar en ellos.

Entienden que su esfuerzo individual contribuye al éxito de todo el equipo y la empresa.

Si tienes personas así en tu equipo o círculo, ¡no las dejes ir!

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